COPIO AQUÍ ALGUNHAS REFLEXIÓNS DO ÚLTIMO LIBRO DE HARRY MULISCH QUE LIN, QUE LEVA POR TÍTULO "SIGFRIDO".
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-¿No teme a veces que sus ideas se queden en agua de borrajas?
-Sí, con frecuencia no conducen a nada, pero eso es algo que no me preocupa. Si no es una idea, será otra.
-Demuestra usted una gran confianza en sí mismo. Resulta envidiable.
-Si se carece de esta virtud, no se llega muy lejos en el arte.
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Decenas de veces le habían formulado esa misma pregunta, y, versado como estaba en el oficio, sabía exactamente qué iba a responder: que el argumento no era lo más importante de una obra. Y, para demostrarlo, aduciría el ejemplo habitual: uno podía decidir escribir una obra dramática sobre un joven que, después de que su tío asesinara a su padre para luego casarse con su madre, se había propuesto vengar la muerte de su padre. Tal secuencia de hechos podría constituir la trama de un melodrama impresentable, pero, de llamarse el autor Shakespeare, el resultado es Hamlet. Lo esencial en el arte no era el qué, sino el cómo; en el arte la forma adquiría la categoría de contenido.
Debería haber añadido que en la música, el arte por excelencia, no existe el qué, únicamente el cómo.